Hoy,
es inevitable no referirse a los oscuros años de la dictadura militar, en que la
persecución arbitraria y criminal, así como también la utilización de técnicas
desarrolladas por la Gestapo de Hitler y perfeccionadas por EEUU, entiéndase secuestro y torturas, entre
otros, fueron aplicados sistemáticamente por los agentes del Estado chileno en
contra del pueblo de Chile. Quienes amparados en reglamentos y leyes secretas que tenían como marco la “contra
insurgencia” elevaron a la tortura y la
represión al rango de Política de Estado,
dejándonos en la completa indefensión como pueblo.
Los
gobiernos civiles de la “Democracia” han dejado de manifiesto que tanto la
concertación como la alianza mantienen y mantendrán como política de dominación
y control del conflicto político social, leyes y reglamento heredados de la
dictadura, así como también la violencia represiva del Estado, lo que da
libertad de acción a los órganos policiales en el marco del “Orden Público” y
por la necesaria “Gobernabilidad”, golpeando nuevamente a los movimientos
sociales y a sus dirigentes, lo que nos vienen a recordar que la “Democracia”
pactada con el dictador no es más que una democracia “protegida, representativa
de una minoría, restringida y llena de enclaves autoritarios” tutelada por la
Dictadura y diseñada por Jaime Guzmán quien realizó los ajustes necesarios para
dar continuidad a la dominación y los mecanismos usados para sostener esa
dominación.
Con
la llegada del gobierno de la alianza derechista, encabezada por S. Piñera los
mecanismos represivos, con el empuje de Hinzpeter, no solo incrementan la
criminalización de las luchas sociales, práctica aplicada ya por la
concertación, sino que además empiezan a aparecer, mecanismos y acciones
represivas, que se creían desechadas y olvidadas, como es el uso de equipos de
funcionarios anónimos actuando al margen de los reglamentos y protocolos, que
secuestran y aplican un trato inhumano y degradante a quienes caen en sus
manos, hecho que nos recuerdan a los más oscuros momentos de la dictadura, como
lo manifestó un Juez de la República en el caso de Cesar Reyes caso que le toco
ver en su tribunal.
Al
caso de Cesar Reyes, se suma el secuestro y tortura a la Observadora de DD.HH.
Stephanny Muñoz, la detención y prisión de Angiel Astudillo y Francisco
Vásquez, quienes fueron detenidos en el marco del Día del Joven Combatiente,
por ellos y por los multiples de casos de violencia del Estado hacia el pueblo,
recordemos que la concertación tiene en sus años de gobierno la sangre del
pueblo, por ellos y por los que siguen estamos aquí denunciando el carácter
ferozmente represivo del Estado en contra de quienes se manifiestan en pro
disminuir la extensa brecha entre ricos y pobres y piden cambios estructurales
al sistema.
Por la defensa de los
luchadores Políticos-Sociales!!
Organización de Defensa
Popular
ODEP
Mayo
23 de 2013
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